El tan conocido Bill Gates lleva años apoyando proyectos que tengan fines ecológicos, como Janicki Omniprocessor, la máquina que toma desperdicios residuales y los transforma en agua potable, o su plan para frenar el cambio climático.
En ese mismo sentido se el filántropo financia el proyecto del Nano Menbrane Toilet, un curioso inodoro que no necesita agua, ni estar conectado al drenaje. Para funcionar el dispositivo cuenta con un sistema que le permite rotar 270 grados y depositar los desechos fecales en un compartimento inferior. Posteriormente una herramienta mecánica se encarga de limpiar y rascar la taza hasta dejarla limpia. Los residuos sólidos se separan de los líquidos y, por medio de unas nanofibras, se atrapan en un tubo vertical localizado en la parte trasera de la taza.
Los residuos sólidos se almacenan en una bolsa biodegradable que no deja pasar el olor. La bolsa se puede retirar fácilmente. Por su parte, los líquidos filtrados se convierten en agua no potable, que puede usarse para labores de limpieza.
El proyecto aunque es financiado por Gates, fue diseñado por un equipo de la Universidad de Cranfield, Reino Unido, que lleva 5 años desarrollando un prototipo que, cuando este listo, será sostenible y barato.
Finalmente cabe destacar que el objetivo de Gates es llevar este innovador inodoro a zonas de difícil acceso, con problemas sanitarios y de higiene, sobre todo en África.
Fuente: Sergio Hidalgo.